Te gusta verme caer siempre bien parada, más allá de la pirueta a vos te gusta el preciso instante en que mis pies se aploman con peso sobre el piso, el instante en que todo queda dicho, en el que todo se estructura verticalmente.
A mi me gusta la pirueta más allá del aterrizaje, el instante de suspensión aérea, el instante en que nada es firme, en el que el propio peso parece vencer a la gravedad.
Es cierto, generalmente y no siempre, suelo caer bien parada pero estoy segura de que semejante acto acrobático es el resultado del modo de mis vuelos.
Es cierto, generalmente y casi siempre, suelo volar libre pero estoy segura de que mis mejores vuelos son los que me propones con caída libre, son los que me invitas a hacer desde que me nombras pata.
