Me rescoté a tu lado, dispuesta a estar siempre. Me sentí cómoda, relajada, pausada y el sueño me ganó...soñé profunda y vividamente con el amor que no dejaba de amar, ese que a cada instante se intencifica y revalida la estadía.
Te moviste, me desperté, mi cuerpo giró para recibir tu abrazo. Los pensamientos del día envolvieron mi ensueño y comenzó la sensación de la larga despedida, interrumpí sin poder escapar, una y no tra vez ese maldito sueño, persiguiendo en la oscuridad a aquel primero...
Pasaron los días y la vigilia se instaló, el ensueño comenzó a manifestarse como una realidad cercana y dolorosa, las preguntas llegaron como siempre sin respuestas y no quise dejarlas entrar. Decidí vestirme como si eso evitara el dolor, me puse un velo, ese que siempre use para resguardarme del embate y aquí estoy terminando de tejerlo aun contra mi voluntad...esta vez no quiero protejerme, tampoco quiero entender la distancia, ni aceptar las sobras, ni jugar con lo que pueda. Esta vez quiero estar entera, despierta, expuesta...aunque duela para poder seguir recostandome a tu lado.
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1 comentario:
que tengas una hermosa noche...soña mucho y lindo que yo velo por ello...no te acuestes vestida...yo te abrazo...te amo
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