Me quede pensando en esto de Close up, te cuento mi primer reacción al leerlo: me incorpore y busque con mi cuerpo encontrar el punto exacto donde sentir el eje que me alineara al sol, la luna o el centro de la tierra, no lo se, solo quería estar derecho. Como opciones prefiero la tierra, no se, eso creo. Te cuento la escena que preexistió a todo esto: volví del trabajo (hoy mas que nunca le cabe ese nombre) y mientras llegaba a paso lento y demorado sentía que todavía no encuentro la palabra que defina lo que siento hoy, pensé varias, pensé en tono de grisises, pensé en distancias, pensé en salir pronto hacia tu casa, abrir la puerta y saludarte con un largo beso. Pensé mucho y como siempre concluyo siento pensar me demora en la acción. Pensé en accionar ya y comencé a escribirte. Mientras en los finales pensando recordé algo que escuche hoy: un escritor debe sentarse a escribir sabiendo el final. No tenía pensado el final, pero de repente, se apago la compu, se quedo sin batería. Un rectángulo negro comenzó a ganar espacio a lo largo de la pantalla hasta dejarlo todo negro. No fue el final, tengo una fuente y las contraseñas. Lo mas importante es que se donde nos podemos encontrar. Voy para tu casa, te amo.
Esclavo de tus palabras, dueño de mi silencio?. Sigo enmudecido por esa rubrica que sello mi boca con sentencia irrevocable. Mi boca?. La inhibición rigidiza y entumece, mis pies (?), mi labios (?). Mis palpitaciones (?) son ecos de tus graves palabras en un contexto de vacío. Quisiera decir, podré (?) hablar, caminar, pero vuelve a mi tu sentencia, no soy yo cuando hablo: Algo traigo entre manos, puedo hacer lo que quiera que ya no te importa. Elijo no creer en oráculos, esfinges ni espejos, pero aun así tus palabras me dicen que nada entiendo. Solo espero que estas líneas sean la excepción: Tus palabras me causaron siempre. Mi silencio no nace del orgullo, es un eco de mi perplejidad.
3 comentarios:
Me quede pensando en esto de Close up, te cuento mi primer reacción al leerlo: me incorpore y busque con mi cuerpo encontrar el punto exacto donde sentir el eje que me alineara al sol, la luna o el centro de la tierra, no lo se, solo quería estar derecho. Como opciones prefiero la tierra, no se, eso creo.
Te cuento la escena que preexistió a todo esto: volví del trabajo (hoy mas que nunca le cabe ese nombre) y mientras llegaba a paso lento y demorado sentía que todavía no encuentro la palabra que defina lo que siento hoy, pensé varias, pensé en tono de grisises, pensé en distancias, pensé en salir pronto hacia tu casa, abrir la puerta y saludarte con un largo beso. Pensé mucho y como siempre concluyo siento pensar me demora en la acción. Pensé en accionar ya y comencé a escribirte.
Mientras en los finales pensando recordé algo que escuche hoy: un escritor debe sentarse a escribir sabiendo el final.
No tenía pensado el final, pero de repente, se apago la compu, se quedo sin batería. Un rectángulo negro comenzó a ganar espacio a lo largo de la pantalla hasta dejarlo todo negro.
No fue el final, tengo una fuente y las contraseñas. Lo mas importante es que se donde nos podemos encontrar. Voy para tu casa, te amo.
Esclavo de tus palabras, dueño de mi silencio?.
Sigo enmudecido por esa rubrica que sello mi boca con sentencia irrevocable. Mi boca?. La inhibición rigidiza y entumece, mis pies (?), mi labios (?). Mis palpitaciones (?) son ecos de tus graves palabras en un contexto de vacío. Quisiera decir, podré (?) hablar, caminar, pero vuelve a mi tu sentencia, no soy yo cuando hablo: Algo traigo entre manos, puedo hacer lo que quiera que ya no te importa.
Elijo no creer en oráculos, esfinges ni espejos, pero aun así tus palabras me dicen que nada entiendo. Solo espero que estas líneas sean la excepción: Tus palabras me causaron siempre. Mi silencio no nace del orgullo, es un eco de mi perplejidad.
Hablamos, me importa lo que haces, me importas vos...siempre estoy a tu lado.
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