Indigo y Solferino.

Existen y son de los más bellos que haya visto.
Si los descubres por separado son audaces, estridentes, tiñen y opacan a otros.
Si tienes la fortuna de observarlos a la par te deslumbras, se potencian, vibran y arman un juego dialéctico único.
Son extraños ante el vocablo común y pocos los recuerdan, es ahí donde empiezan a perderse de vista, en el olvido.
Si no se los nombra, si no se los ve, pierden fuerza, se diluyen y se apagan.
Da pena perder algo tan bello.

Bajar sin permiso a las puertas del infierno a encontrarse con la boca del dragon.

Sentí el ritmo de mi respiración en tu cuello

sentí la agitación de mi excitación en tu pecho

sentí mi mano buscando tu piel

sentí mi lengua lamiendo tu oreja

sentí como mi pecho palpita

sentí turgentes mis pezones rozando tu espalda

sentí como mi mano se introduce en tu pantalón abriéndose paso

sentí como mi cadera se mueve

sentí a mis dedos desbrochar tu pantalón

sentí la firmeza con que los saco

sentí mi cara rozar tu pene al bajar

sentí a mis labios humedeciéndolo

sentí el deseo de meterlo en mi boca

sentí el calor de mi lengua en su punta

sentí como mis labios lo presionan

sentí como te invito a desbordarme

sentí como llevo tu mano a mi entrepierna

sentí lo húmeda que estoy

sentí como te susurro que bajes

sentí como empujo tu cabeza hacia mi

sentí como jadeo

sentí como me arqueo

sentí como me éxito

sentí como acabo

sentí el pedido de mi boca

sentime decir quiero cojerte

sentí como me trepo a tu excitación

sentí como me muevo

sentí el instante de penetración

sentí el calor de mi vagina

sentí la humedad rodeando tu pene

sentí mi cola moverse

sentí mis pezones rozar tu pecho

sentí a mi lengua buscando tus labios

sentí mis gemidos en el orgasmo

sentí tus ganas de acabarme

sentime más siempre

Jugar por jugar.

Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.

Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.

Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.

La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.

Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.

La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!

Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.

Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.

Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.

Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerio
muriéndose de risa.

Me preguntaste...Cuántos juegos jugamos nosotros?
Me preguntaste...Se vive comó se juega?
Me preguntaste...y te agradecí.

Sigo aqui...

Despierto el día aún de noche,
despunto en ángulo luna las orillas del sol,
brillo por completo reflejo en la nube,
caidas tres gotas pinto baldosas,
sonrio sin pasos a toda prisa,
la voz que se busca,
esas últimas palabras,
el velo en el sueño,
el juego de fuego en la cornisa,
los recortes que juntamos,
lo que no sabemos,
el tiempo que anula,
al vies sujeta la duda,
tal vez así soy.

Encontrame...

colores, sabores y texturas.

Te pienso...

"El pensamiento palpa el mundo
como un tacto suplente.
O tal vez titular.
Las cosas se tocan recién cuando se piensan.
Pensar el mundo es alcanzarlo."

Roberto Juarroz ( poema 33)